Es siempre una maravilla descubrir nuevos y sorprendentes lugares donde todo está preparado para el deleite de nuestros sentidos. Joali es uno de estos lugares. Situado en la preciosa isla de Muravandhoo, en mitad del atolón Raa al norte de Maldivas, Joali es sin duda un destino de primer nivel.
Desde mi llegada a su imponente muelle, diseñado en forma de espectacular manta raya, me invadió la sensación de estar entrando en un lugar muy especial. Mi butler privada (jadugar en lenguaje local) estaba esperándome a pie de jetty con una sonrisa fantástica y una refrescante bebida de bienvenida. Su profesionalidad y cariño, pendiente de todos y cada uno de los detalles, hizo que mi estancia en Joali fuera perfecta. En su compañía, llegamos a la maravillosa villa que sería mi oasis particular durante mis días en Joali, de impresionantes techos abovedados con materiales delicados y detalles artísticos y sutiles por cada rincón.
Absolutamente todo estaba cuidado al máximo: los aromas, los detalles de bienvenida, los interiores, su maravilloso kimono de tejidos delicados y la hospitalidad maldiva llevada a la máxima expresión. Su arquitectura y diseño de interiores es realmente impresionante, fresco, elegante, sofisticado pero al mismo tiempo cálido y acogedor.
Hay algo que me sorprendió desde un primer momento: la preciosa y variada vida marina que puede disfrutarse allí y desde la mismísima cubierta de mi villa. El primer baño de la mañana, lo he compartido casi diariamente con bancos de peces, tortugas, mantas, baby sharks, ¡tiburones guitarra y mucho más! Es una experiencia que queda para siempre.
Toda esa vida marina, así como una extensa variedad de deportes náuticos, pueden disfrutarse con la ayuda del equipo de profesionales de la Marine House. Ofrecen equipamiento de primer nivel, actual y completamente nuevo, para usarlo y descubrir todos los rincones del lugar, islas desiertas, recorridos alrededor de la isla y mucho más. Las playas de Joali y las pequeñas islas que lo rodean ofrecen una sensación fantástica de estar alejado de todo, en un paraíso muy particular lleno de belleza y tranquilidad.
Tan solo unas horas después de mi llegada, tuve la oportunidad de disfrutar de una clase muy especial de yoga con su extraordinaria profesora, en el Yoga Pavilion, con vistas al océano, la brisa marina, los peces saltando... ¡Mi desconexión del mundanal ruido empezó desde el primer momento!
El despertar de los sentidos tan solo estaba empezando. Quedaba todavía por disfrutar uno de los elementos estrella de Joali, ¡la experiencia culinaria! De la mano de su excelente director gastronómico, Ashley Goddard, han sabido crear un delicioso recorrido gastronómico por diferentes especialidades a través de su variedad de restaurantes.
Debo destacar que la presencia, la profesionalidad y cariño que le dedica Ashley a su cocina y producto es sin duda la clave de tan delicioso resultado. Saoke, su santuario dedicado a la comida japonesa con fusión nikkei, nos ofreció una velada maravillosa. Su sake master nos deleitó con un maridaje perfecto de platos deliciosos con sakes procedentes de múltiples y diversos lugares.
Además, Joali cuenta con rincones muy especiales para disfrutar de un cóctel a la puesta del sol o una cena romántica en una playa desierta.
El cuidado del cuerpo y la mente están a cargo del fantástico equipo de Joali Spa by ESPA, ¡que a través de las manos de una de sus mejores terapeutas me transportó al nirvana! También cuentan con un excelente equipo de entrenadores personales que pueden adaptar el entrenamiento a nuestras necesidades particulares.
Los paseos en bicicleta y a pie por la isla, la navegación a las pequeñas islas cercanas, la increíble vida marina, el fantástico servicio y equipo de personas, sus espectaculares villas, la experiencia gastronómica... ¡Todo ello hace de Joali uno de los mejores lugares donde perderse por unos días en el océano Índico!