Se dice que si Venecia fuera un teatro, el Belmond Hotel Cipriani sería su palco real. Un refugio de paz y exclusividad, ideal para una escapada romántica.
El novelista Truman Capote dijo que Venecia era como "comerse de golpe una caja de bombones de licor". Y es que pocas ciudades han despertado la fascinación de esta ciudad a través de los siglos.
Un remanso de paz y exclusividad situado en la isla de la Giudecca, a tan sólo unos pocos minutos en lancha privada de la Piazza San Marco. Alojarse en el Belmond Hotel Cipriani es una experiencia en sí misma ya que el hotel ha acogido, desde su apertura en 1958, a los clientes más exclusivos y a celebridades que aquí han encontrado un servicio excelente, privacidad y discreción.
Disfruta de un baño en la piscina climatizada de agua de mar filtrada del Cipriani, la única existente en el centro de Venecia, y degusta después el mejor cóctel Bellini de la ciudad mientras contemplas la puesta de sol sobre la laguna.