Viajar a Japón ha sido mi sueño durante media vida. Siempre he sentido una atracción inexplicable hacia el País del Sol Naciente: su cultura, su historia, su arte, su gente… ¡Y hace poco por fin pude cumplir mi sueño!
La emoción que sentí al subir en el avión que iba a recorrer el trayecto Frankfurt-Narita es difícil de explicar. Muchos de los rostros que me acompañaban en este viaje eran rostros nipones, el menú del avión estaba en japonés, los anuncios de la tripulación eran en japonés... Sí, ¡estaba empezando mi viaje! Ya podía imaginar la sensación que tendría al poner los pies en suelo nipón…
Ya os adelanto que la sensación que tuve al poner mis pies en suelo nipón por primera vez en la vida no fue la esperada. No me invadió ninguna sensación mágica ni profunda, no tuve una epifanía ni me sentí como en una película. Después de casi 15 horas de viaje sólo tenía un pensamiento, una sensación, una ilusión: meterme en la cama.
Así que no, mi primera expectativa del viaje no se cumplió. Y no, tampoco se cumplieron el resto. No se cumplieron porque Japón fue mucho, muchísimo, mil veces mejor de lo que yo podía imaginar.
Podría seguir describiendo todas las sensaciones que tuve durante el viaje y disfrutar reviviendo cada minuto de esos maravillosos días. Podría hablaros de Tokio, Kyoto, Hiroshima, Miyajima, los Alpes japoneses… Pero eso no tiene gracia, y es mejor que lo veáis con vuestros propios ojos. Así que sólo os voy a contar 11 cosas más: 11 cosas sorprendentes, divertidas, extrañas, frikis... Y que sólo veréis en Japón.
1. WC: Mi primera foto en Japón fue la del baño del aeropuerto, en Narita. Si os fijáis en la foto, entenderéis por qué.
2. Orden: Si eres una persona amante del orden y la limpieza, como yo, Japón es tu paraíso.
3. Puntualidad: Si tu Shinkansen sale de Tokio a las 16:04, sale de Tokio a las 16:04, ni más, ni menos. Lo mismo con el Shinkansen que cogerás en Kyoto, y el que va a Osaka, y el que sale de Hiroshima… ¡Así que no llegues tarde!
4. Propinas: Las propinas son un dolor de cabeza, y al viajar siempre tienes que enterarte bien de cómo funcionan si no quieres que un camarero ofendido te mire mal, ¡o peor! En Japón no hay que preocuparse por eso, ya que no esperan que dejes propinas en ningún lugar. Eso sí, si te apetece hacerlo, deberás poner el dinero en un sobre y entregarlo de la manera más educada, con las dos manos.
5. Irasshaimase!!!!: Esta palabra de bienvenida te asalta constantemente, cada vez que entras en una tienda, restaurante, bar… Es poner un pie dentro y sobresaltarte al oír a todos los dependientes gritar al unísono IRASSHAIMASEEEEEE!!!! ¡Eso sí es una buena bienvenida!
6. Karaoke: El karaoke en Japón es mucho más que cantar canciones con unas copas de más. Es the ultimate fun experience. Asegurado.
7. Cosplay: En las calles de los barrios más movidos de Tokio todos los días es carnaval o algo parecido…
8. Kawaii: El amor por las cucadas es un sentimiento omnipresente en todo buen japonés. Hay lugares que saturan de tan cursis que son y de tantas cosas cuquis que venden. Créeme, es probable que vuelvas con más peluches, figuritas y cositas de lo que crees.
9. Cafés de gatos, búhos, conejos, erizos…: ¿Te gustan los animales? Si son monos, ¡a los japoneses más! Ir a un café de animalitos es de las cosas más curiosas que puedes hacer.
10. Ciervos: Y sigo con los animales porque si es divertido acariciarlos en un café, todavía es más divertido acariciarlos en un parque (eso sí, ¡antes de que intenten comerte la camiseta!).
11. Salas recreativas: En Japón las máquinas de videojuegos no son sólo cosa de niños. Señores de bien en traje y corbata han sido vistos entrando en estos centros de varias plantas donde se puede encontrar de todo: desde la típica maquinita de feria con un gancho para coger peluchitos, hasta juegos de lucha, de baile, de música… Y sin duda mi maquinita favorita, purikura! Los mejores fotomatones de la historia.
Decir que Japón es un país de contrastes no es decir nada nuevo. Sin embargo experimentarlo es algo de otro mundo. De parque de atracciones para adultos a perfecto retiro ascético, en este país viajarás de un extremo a otro, en todos los sentidos.