Tras disfrutar de la bellísima Luang Prabang y justo antes de dirigirnos a la espectacular reserva privada de Bawah, hicimos una breve parada en Singapur.
La Ciudad del León cuenta con una localización estratégica en el medio del Sudeste Asiático y 2019 será un año de celebraciones de todo tipo, conmemorando sus 200 años desde que Thomas Stanford Raffles la fundó en 1819, como puerto estratégico. Ese fue el nacimiento de la moderna Singapur.
Para mí, lo más interesante de Singapur está quizás en su patrimonio intangible y más desconocido.
Por supuesto que su espectacular jardín botánico, sus Gardens by the Bay o el edificio del Marina Bay Sands aparecerán siempre en algunas de nuestras fotos. Pero lo mejor es poder disfrutar del Singapur más auténtico: saborear todo tipo de comida en los Hawkers (puestos de comida malaya, china, india…), en mercados menos conocidos como Tiong Bahru. Conocer cómo algunas de las tiendas en Chinatown consiguen preservar sus tradiciones en medicina china o sus formas ancestrales de comercio. Callejear por Haji Lane y descubrir sus grafitis, diferentes formas de arte, música y pequeñas tiendecitas donde hacer compras interesantes.
El arte y el diseño en Singapur han proliferado en los últimos años y hemos descubierto circuitos muy interesantes.
Por supuesto, también hay lugar para el lujo, la sofisticación y la elegancia en Singapur. Después de disfrutar de un baño con burbujas con las mejores vistas de la bahía, desde una de las suites del Ritz-Carlton Millenia, es el mejor momento para tomar una copa en la nueva coctelería Atlas y cenar en alguna de las mejores mesas de la ciudad.
Hay mucho por descubrir en esta ciudad de cambios constantes y su excelente ubicación la convierte en parada muy interesante antes de continuar hacia el siguiente destino.