En el impoluto y remoto archipiélago de las islas Anambas, en uno de los extremos de Indonesia, cerca de Singapur y Malasia, se encuentra la espectacular reserva natural de Bawah.
Llegar hasta allí implica algo de aventura, lo que lo hace mucho más divertido e interesante una vez aterrizas en esta maravilla de lugar.
En Bawah han conseguido mezclar a la perfección el cuidado del entorno y una excelente filosofía de conservación, con un lujo fresco, relajado, lleno de detalles y una arquitectura espectacular, a la vez que totalmente integrada con el entorno.
La llegada a Bawah en hidroavión, sobrevolando sus seis islas cubiertas de jungla y bañadas por lagunas azul turquesa, ya hace presagiar que estamos llegando a un lugar único y muy especial.
En Bawah tienen un precioso lema, que hace referencia a descubrir tu naturaleza más auténtica y verdadera. Este es sin duda el lugar para conseguirlo.
Sus villas, íntimamente ubicadas entre enormes árboles, con acceso directo a la laguna y construidas con materiales sostenibles, son el lugar perfecto desde donde descubrir todo lo que ofrece este paraíso.
Nuestros días allí transcurrieron disfrutando de las múltiples actividades incluidas: clases diarias de yoga y Pilates, y fantásticos tratamientos en su Aura Spa.
Caminamos hasta el punto más alto de la isla, para luego llegar a una playa desierta, solo para nosotros, donde el chef nos había preparado el picnic más delicioso.
Practicamos snorkel entre tortugas, tiburones y peces de todo tipo, visitamos cuevas, recorrimos las islas en kayak… En definitiva, disfrutamos de uno de los lugares más bellos y auténticos que he conocido nunca.
Mención especial merece su cuidado por ofrecer una excelente experiencia gastronómica. Con acceso a una gran variedad de pescado y marisco fresco, además de un extraordinario jardín orgánico cuidado con todo el cariño, ¡disfrutamos de platos deliciosos con las mejores vistas del mundo!
Imprescindible probar alguno de sus cócteles tropicales en el Jules Bar, antes de bajar al Treetops Restaurant para degustar cualquiera de las maravillas sugeridas personalmente por el chef.
Este lugar puro, impecable y cuidadosamente preservado (mérito de una dirección totalmente implicada en el cuidado y conservación de nuestros mares) es toda una sorpresa para los sentidos y en cierta manera, transformadora. Para mí, es un lugar de ensueño que llevaré siempre en mi corazón y al que espero volver para dedicarle algo más de tiempo.