Myanmar es un país poco conocido, y sin embargo, es un destino que no deja de sorprender a aquellos que deciden adentrarse en él.
La belleza de las pagodas, templos y monasterios de Mandalay, los vestigios coloniales de Yangon, la increíble extensión de templos de Bagan, el pintoresco lago Inle…
Pero lo mejor de Myanmar son sus gentes, que destacan por su bondad y generosidad.