Tanzania es un país tan rico que no te lo acabas, pero el turismo se concentra sobre todo en el norte del país - Serengueti, Kilimanjaro, Ngorongoro… - y muchas veces se ignoran otras regiones increíblemente espectaculares. Además, solemos pensar en Zanzíbar como la combinación ideal cuando viajamos a Tanzania. Pero, ¿y Mozambique?

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El oeste de Tanzania es una zona más remota, mucho menos visitada del país, y por consiguiente muy salvaje, inhóspita y realmente auténtica. Llegamos a Katavi National Park tras un vuelo de 3 horas en avioneta, y nos sorprendió la increíble cantidad de fauna que pudimos avistar. Al tratarse de una zona muy rica en agua, allí encontramos muchísimos hipopótamos y cocodrilos. En ese entorno natural tan salvaje disfrutamos de un picnic de lo más auténtico en medio de la sabana africana.

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Al tratarse de una zona fuera del circuito habitual, los animales no están acostumbrados a los turistas y son muy elusivos. En este sentido apreciamos muchísimo a nuestros guías, geniales profesionales y con un gran instinto, que conocen extremadamente bien el terreno.

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En esta zona rústica los alojamientos son muy auténticos y allí pudimos dormir en una traditional safari tent, Chada Katavi desde la cual disfrutamos de una hermosa puesta de sol. Una experiencia ideal para volver a los orígenes del safari fotográfico.

Nuestra siguiente parada fue el lago Tanganika, en la zona de Mahale Mountains National Park, a menos de una hora de vuelo de Katavi. Una zona muy aislada, donde no hay carreteras a más de 100 km a la redonda, y la única manera de llegar es en avioneta y después en barco. Para llegar a nuestro destino tuvimos que navegar durante más de una hora por el lago Tanganika. Durante el trayecto estás absolutamente rodeado por la naturaleza, no hay ninguna señal de civilización, y en medio de la nada más absoluta aparece Greystoke Mahale.

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He viajado por todo el mundo, y este lugar está definitivamente dentro del Top 3 de lo más espectacular que he visto jamás.

Una combinación natural genial entre el lago y la jungla que te deja sin palabras. Aguas completamente cristalinas con playas espectaculares de arena dorada y justo detrás de nuestra cabaña, en las montañas, el Mahale Mountains National Park, hogar de la mayor población de chimpancés del mundo.

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Acercarte a los chimpancés es una experiencia brutal; son activos, divertidos, simpáticos, e incluso buscaban el contacto con nosotros, acercándose para que les despiojáramos, como si formáramos parte del grupo.

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Greystoke Mahale está tan completamente integrado con la naturaleza que incluso un día, cuando llegamos a la habitación, ¡nos encontramos a un babuino comiéndose las cañas y la madera de nuestra cabaña!

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Además de interactuar con los chimpancés y los babuinos, en esta región se puede disfrutar de muchas actividades: bañarse en medio del lago, no es posible bañarse en al orilla por los animales que allí habitan, hacer snorkel, salir a pescar e incluso degustar tu presa al momento, al estilo sashimi. Disfrutamos de todo esto con Mwyga, nuestro guía, un antiguo tracker con muchísimos conocimientos del entorno.

Nos resultó difícil marcharnos de este lugar tan increíble. Por suerte nuestro siguiente destino valía mucho la pena: Vamizi Island, en el archipiélago de las Quirimbas, en Mozambique.

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Vamizi Island es un santuario marino, una región muy importante por su biodiversidad, con unas 180 especies de coral, más de 300 especies de peces y la mayor población conocida de tortugas verdes de Mozambique. Sobra decir que las playas son verdaderamente increíbles, y el submarinismo es de otro nivel, realmente el mejor que he hecho en mi vida.

Allí pudimos disfrutar de una experiencia única en la vida: ayudar a las tortugas recién nacidas a llegar a la orilla.

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Además, no sólo el entorno es ideal; la gastronomía también es brutal: marisco súper bueno - langosta para desayunar, comer y cenar -, combinado con un servicio excepcional.

Oeste de Tanzania y playas de Mozambique: una combinación ideal para disfrutar de África fuera del circuito habitual.

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