La simple mención del lago Titicaca nos transporta al mundo espectacular y místico de Titilaka. A más de 3.800 metros de altitud, en la frontera entre Perú y Bolivia, la cuna de la civilización Inca sigue albergando en sus riberas al pueblo más antiguo de Sudamérica.
En un paisaje único, al abrigo de caminos trillados, el lodge Titilaka encuentra su refugio en una península privada, en un antiguo edificio renovado. Instalado al borde del agua, ofrece una vista espléndida sobre el lago desde cada una de sus habitaciones.
Se encuentra dentro del armónico marco de una decoración contemporánea que ha sabido integrar el legado local y un contacto directo con la naturaleza salvaje que lo rodea.
Su ubicación, cerca de la aldea de la que toma su nombre, permite descubrir además el modo de vida y las tradiciones de los habitantes del lago.