Camina de habitación en habitación entre ricas texturas, muebles opulentos y exquisitas obras de arte. Ábrete paso hacia un amplio jardín ornamentado y presentado de forma perfectamente simétrica. Retírate a habitaciones que fueron santuario de reyes, príncipes y huéspedes. Rambagh Palace rezuma un inconfundible sentido de historia. Es una obra de arte arquitectónica que trasciende el tiempo.
Alójate en la legendaria Peacock Suite, con vistas sobre la terraza Mughal y el jardín donde el maharajá solía celebrar el "Holi", el festival de luces y colores. Disfruta de una velada romántica en una tienda privada, iluminada por la luz de las antorchas. Date un capricho y cena en el dorado Suvarna Mahal, el antiguo salón de baile. Disfruta de un banquete real bajo las estrellas. Juega al polo como lo hacían los reyes, o a un ritmo más pausado a lomos de elefante. Relájate en el sofisticado bar Polo.
El Rambagh Palace permite a sus huéspedes participar de ricas experiencias que resuenan en la memoria, lujos y extravagancias de una era pasada que, por suerte, no han desaparecido por completo.