Uzbekistán es el corazón y el alma de la Ruta de la Seda. Los antiguos pueblos y sus cuatro ciudades oasis patrimonio de la Unesco - Khiva, Bukhara, Samarkanda y Shakhrisabz - son increíbles laberintos de arquitectura exótica y de espectacular arte decorativo. Más allá se extiende el valle rural de Fergana y los poblados remotos de Karakalpakstán.
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Seguirás el rastro de las grandes caravanas que pasaban por la antigua Ruta de la Seda, en la que los camellos cargaban laboriosamente con preciosas mercancías, sedas brillantes y especias aromáticas, parando a reposar en las ciudades oasis de Uzbekistán.
Hoy en día, un viaje por la Ruta de la Seda te revelará mezquitas con bóvedas de mosaicos azules, altos minaretes construidos de ladrillos entrelazados sobre barro dibujando fabulosos diseños, abundantes pilas de alfombras de colores vivos tejidas a mano, mujeres con vestidos alegres detrás de los mostradores de productos exóticos de los bazares y, sobretodo, una bienvenida acogedora y sincera.
Adéntrate en esta acogedora y atemporal fuente inagotable de cultura e historia que es la Ruta de la Seda.