Zambia no te deja indiferente: por su inmensidad, por la fuerza de la naturaleza, porque te hace sentir especial dentro de su grandiosidad. Y todo eso, para ti y los tuyos. Allí la experiencia del safari es única gracias a sus extensas áreas de naturaleza virgen, que han permanecido sin cambios durante años. Esta experiencia aún adquiere más encanto con sus alojamientos, de última generación, totalmente comprometidos con la sostenibilidad y el medio ambiente.
Llegamos a Lusaka, la capital del país, y nos dirigimos a Latitude 15º, un alojamiento lleno de encanto que nos fascinó por su diseño, sus obras de arte, su elegante estilo y, sobre todo, por su personal, con su sonrisa permanente y gran profesionalidad. Gente local de la zona que hacen que la estancia en Latitude 15º sea próxima, atenta y muy acojedora.
Continuamos la experiencia en South Luangwa, un área situada al este de Zambia. Al tratarse de un parque nacional y no de una concesión privada, es una zona que recibe más visitantes que otros lugares del país; aun así, gracias a la ubicación de nuestro alojamiento, pudimos disfrutar de una gran tranquilidad e increíbles vistas sobre el río Luangwa. Da gusto descansar en ese entorno entre safari y safari, en un alojamiento sostenible, con agua totalmente purificada, cuyo objetivo es combinar la elegancia con la sostenibilidad del lugar.
El Parque de South Luangwa es una zona ideal para avistar hipopótamos y cocodrilos, además de jirafas, cebras, elefantes, babuinos y numerosas especies de pájaros, y algo que nos llamó mucho la atención es el tipo de cebra. Las rayas de una cebra son únicas en cada animal, como las huellas dactilares. La cebra de Burchell, la subespecie que se encuentra en el Parque de South Luangwa, tiene franjas oscuras y claras uniformemente espaciadas en comparación con las que se encuentran en el sur y el este de África, que tienen franjas claras amplias con rayas de sombra tenues entre las líneas oscuras finas.
En South Luangwa hay una gran vida animal, rodeados de una considerable fauna salvaje que nos permite vivir una experiencia fuera de lo común: sentimos que estamos realmente en plena naturaleza.
Es el momento de dirigirnos hacia el Parque Nacional de Liuwa Plain, y en el trayecto pudimos admirar las cataratas Victoria desde el aire, un verdadero espectáculo de la naturaleza. Desde las alturas, el paisaje recuerda al delta del Okavango, en Botsuana, con esas grandes llanuras donde la sabana se funde con el río.
King Lewanika es un lugar espectacular, completamente aislado y rodeado de naturaleza virgen, y con unas vistas fantásticas sobre la sabana que lo rodea. En el hotel camp, pudimos disfrutar de su family room con sus maravillosas vistas. Como en Chinzombo, King Lewanika destaca también por el trato amable por parte de su personal, su especial diseño adaptado a su entorno y su excelente gastronomía.
Durante nuestra estancia en King Lewanika, descubrimos la figura de Norman Carr, un hombre adelantado a su tiempo. Desde los años 50, su sueño era asegurar el futuro de este desierto único garantizando que la población local se beneficiase a través de la conservación de la fauna y hábitat del valle de Luangwa, llevando a cabo el nacimiento de la primera compañía de safari en Zambia.
En Liuwa Plain la luz es espectacular, y uno se siente en plena armonía con la naturaleza salvaje. Además, al encontrarse en una reserva privada, la experiencia de safari allí es muy especial. En la zona se pueden realizar salidas en kayak, así como safaris a pie, una experiencia ideal para acercarse a los animales, siempre de forma segura y sin salirnos del camino.
Peter, el Researcher de la reserva, controla toda la actividad del parque, desde los nacimientos y bajas hasta la ubicación de los animales dentro del parque y, de esta manera, puede llevar a cabo su proyecto de conservacionismo de la fauna de South Luangwa. Gracias a Peter, que monitoriza constantemente la fauna, pudimos ver gran cantidad de ñus, un grupo de guepardos y también una hermosa familia de leones.
De hecho, tuvimos la suerte de poder admirar esta familia de leones con total tranquilidad, y los felinos se sintieron tan cómodos con nosotros que una de las leonas se nos acercó de forma traviesa y juguetona, y hasta decidió probar una de las ruedas de nuestro jeep, mordiendo el neumático con curiosidad, ¡hasta reventarla!
Fue una experiencia sorprendente y divertida, y gracias a la profesionalidad de nuestros guías, fue segura en todo momento, incluso a la hora de cambiar la rueda.
Mi experiencia favorita en Liuwa Plain fue sin duda dormir bajo las estrellas, a la luz de la luna llena, o, como lo llaman ellos, “sleep out camp”. Pasamos la noche en una amplia y cómoda cama doble suspendida entre los árboles, en plena sabana. Un verdadero retorno a la esencia del safari y una experiencia absolutamente inolvidable.
Además, esa noche había luna llena, y pude ver cómo salía de forma espectacular, vertiendo su luz sobre el paisaje, como si de un amanecer nocturno se tratase. ¡Fue muy emocionante!
Probablemente Zambia no sea el primer país que te viene a la mente cuando piensas en un safari, sin embargo, es un destino único. Pudimos disfrutar de este auténtico lugar completamente solos; un destino inexplorado que a día de hoy se mantiene virgen y que cambia con el paso de las estaciones, ofreciendo paisajes únicos en cada temporada. Depende de la época del año en que se visite Zambia, el viaje es totalmente diferente.
Aún así, sin duda, con el mejor recuerdo que nos quedamos de Zambia es su gente, los recibimientos y las sonrisas que nos brindaron. En Zambia disfrutamos de un ambiente relajante y lleno de estilo con total privacidad.
Viajar a Zambia es ir un paso más allá del safari convencional, es una vuelta a la esencia de África.