He estado en numerosas ocasiones en Argentina y Chile y, por muchas veces que viaje a estos países (y especialmente Chile), no me canso de descubrir nuevos paisajes, conocer aún más a sus gentes y, sobre todo, disfrutar de cada uno de los momentos que paso allí.
Con motivo de la Eclipse Experience 2020 que BRU & BRU está organizando para el próximo diciembre (de la que ya disponemos toda la información, ¡consúltanos!) y, siguiendo nuestra filosofía de vivir en primera persona todo lo que vamos a recomendar a nuestros clientes, viajé hasta Argentina para comprobar en vivo que la planificación de nuestro programa va según lo previsto.
Una de las primeras cosas que realmente agradecí tan pronto aterricé en Buenos Aires fue el servicio de acompañamiento del aeropuerto y su Lounge de llegada. Allí tienes a tu disposición comida, duchas y todo lo necesario para reponerte de tu largo viaje transatlántico y mientras lo haces, el personal del aeropuerto recoge tus maletas en la cinta y te espera con ellas para acompañarte a la salida o, como era mi caso, a la puerta de embarque de mi vuelo doméstico a Bariloche.
A mi llegada a Bariloche, ya a mediodía, me dirigí al que sería mi hotel los próximos días: El Casco Art Hotel, una original propuesta 5 estrellas boutique ubicado sobre la costa del lago Nahuel Huapi que constituye el primer hotel dedicado al arte. Tanto en sus zonas comunes como en sus habitaciones podemos encontrar más de 400 obras maestras de los mejores artistas argentinos.
El Hotel destaca por su trato amable y cercano, su privacidad y su extraordinaria ubicación. Te permite disfrutar de unas espléndidas vistas panorámicas desde su edificio a orillas del lago, algo que pude comprobar esa misma tarde y, más aún, a la mañana siguiente con un bonito amanecer previo a mi caminata matutina.
Esa mañana, ya recuperada del viaje, emprendí una revitalizante caminata por el Cerro Llao Llao, en el que incluso puedes encontrar árboles centenarios. Durante tres horas puedes disfrutar de unas vistas magníficas vistas del Parque Nacional Nahuel Huapi y de sus lagos. Fue un acierto haber madrugado para la excursión, ya que prácticamente toda la visita transcurrió sin encontrar a otros visitantes en la zona.
Al terminar, era hora de reponer fuerzas con una “Wine by the Lake Experience”, un almuerzo a orillas del lago en el que nos deleitamos con una pequeña muestra de la gastronomía local así como de algunos de los mejores vinos de la zona. Y nuestros anfitriones nos sorprendieron con una actuación en directo de una pareja de músicos que pusieron la guinda del pastel a la extraordinaria mañana.
Por la tarde tuvo lugar una de las citas imprescindibles del viaje, la visita al Llao Llao Resort, Golf & SPA, el que podemos considerar uno de mis hoteles preferidos de la Patagonia argentina. Con magníficas vistas al Cerro Tronador, además de a lagos, bosques y otras montañas, el hotel se ubica en un edificio emblemático inaugurado en 1940, que está renovándose para adecuarse a las nuevas tendencias. Ya dispone, por ejemplo, de un Ala anexa construida en 2007 en la que disfrutar de la combinación entre el estilo Llao Llao y el diseño contemporáneo patagónico.
Con una extraordinaria piscina y un campo de golf de 18 hoyos, el Hotel es una explosión de color y de buen gusto, combinado de forma excelente con el paisaje que le rodea. Un lugar, sin duda, mágico.
Por la noche, nos esperaba una magnífica cena en el Restaurante Quiven, en la que pudimos experimentar los sabores de la Patagonia con toques modernos. ¡Una maravilla!
Al día siguiente nos aguardaba otro de los motivos de nuestro viaje: la visita al lugar en el que se ubicará el Eclipse Camp. Para la visualización del eclipse el próximo diciembre, BRU & BRU contará con una instalación efímera en la zona de la Patagonia Argentina. Nuestros clientes podrán vivir la experiencia en un lugar único de máxima visualización en el que se habilitarán exclusivas tiendas para gozar de total privacidad.
En BRU & BRU hemos organizado Eclipse Camps con anterioridad, y nos gusta comprobar que toda la organización cumple con los estándares de calidad que nos caracterizan. Por ese motivo, nuestros colaboradores organizaron una pequeña muestra del set up tal como será en unos meses.
Y allí mismo pudimos disfrutar de un almuerzo especialmente diseñado para la ocasión, previo a nuestra vuelta a Bariloche. Toda la visita estaba yendo según lo previsto, lo cual era ¡perfecto!
La actividad del siguiente (y último día en Argentina) nos permitió disfrutar también del agua, que ocupa buena parte del Parque Nacional. Visitamos algunas tiendas a primera hora y luego navegamos en un barco privado hasta Isla Victoria, antes de disfrutar de nuestro almuerzo en el barco con un cuidado picnic que completamos con unos dulces con champán.
¡Estos argentinos nos estaban alimentando extraordinariamente bien! Menos mal que estábamos realizando multitud de excursiones y caminatas porque, en caso contrario, habría vuelto del viaje con unos cuantos kilos de más! 😉
A la mañana siguiente, había llegado el momento de despedirnos de Argentina, y cruzar la frontera para llegar a uno de mis países preferidos del mundo: ¡Chile!
Y qué mejor manera que disfrutar de este paraíso en la tierra que en andBeyond Vira Vira, un hermoso lodge ubicado en una granja orgánica en la Región de los Lagos cuya visita constituía el tercer motivo del viaje.
El excepcional andBeyond Vira Vira se encuentra en un hermoso parque con lagunas naturales, ríos, huerta orgánica y vistas espectaculares del volcán Villarrica. Con seis suites, doce villas, una hacienda de uso exclusivo de cinco habitaciones y una casita patagónica que se habilita para catas de vinos, sesiones de yoga, etc. resulta prácticamente un destino en sí mismo.
Tuvimos la oportunidad de alojarnos en una de las villas que se encuentran frente al río, disfrutando de unas bonitas vistas nada más despertar, además de una total privacidad y quietud.
Durante la visita al recinto del resort y a las habitaciones del hotel para confirmar que nuestros clientes se encontrarán como en casa cuando vengan, ya sea alojándose en una villa o en el edificio del hotel, visitamos también la fábrica artesanal de queso que se encuentra dentro del área del resort (¿es que en este viaje no íbamos a dejar de comer?). Muy interesante comprobar el proceso de elaboración de los quesos y, también, ¡probarlos!
Tras eso, tuvimos ocasión de disfrutar de una barbacoa al aire libre, repleta de productos naturales y exquisitos. La meteorología durante todo el viaje fue realmente extraordinaria y fue un lujo poder disfrutar de un clima tan agradable teniendo en cuenta que en el hemisferio norte estamos en invierno.
Más tarde tuvo lugar una de las mejores experiencias del viaje: un excepcional vuelo en helicóptero. A día de hoy, creo que se ha convertido en mi mejor vuelo, con un piloto experto que nos llevó a sobrevolar el mismísimo cráter del volcán Villarrica, un volcán activo y en el que hasta se percibe su fumarola.
Sobrevolamos la Laguna Azul y realizamos una caminata a su alrededor, un lugar al que solamente puedes acceder en helicóptero (o tras una excursión de varios días), siendo así los únicos visitantes de la zona. Por último, nuestro exclusivo vuelo nos llevó hasta lo alto de la montaña para ser testigos de una puesta de sol única mientras disfrutábamos de un espléndido picnic “de altura”.
Al siguiente día, y antes de dirigirnos a Santiago de Chile para tomar nuestro vuelo de regreso, pudimos disfrutar de una última caminata por la falda del volcán y de un almuerzo de despedida en el hotel al que, por supuesto, volveremos.
Porque Chile, para mí, es como mi segunda patria.