Un oasis de fragancias, un paraíso de aromas, sonidos y colores. Así es Marrakech, cuyo nombre significa Tierra de Dios en árabe. A las afueras de la ciudad, rodeado de palmeras y olivos, Amanjena ofrece una serie de experiencias y sensaciones en una atmósfera caracterizada por los rasgos más elegantes y embriagadores del estilo bereber.
Las elegantes arcadas, patios de piedra y agradables fuentes de Amanjena reflejan la historia morisca de la región. Sus atrevidos colores - rojo burdeos y verde esmeralda - son un eco de los de la Ciudad Roja y su herencia real.
Amanjena goza de un clima privilegiado durante todo el año con temperaturas medias en invierno de unos 22ºC que invitan a relajarse bajo el sol y a refrescarse en la piscina climatizada, que se encuentra a una temperatura constante de 27ºC.