Miami… Ya sólo con pronunciar su nombre me vienen a la cabeza sol en abundancia, bonitas playas, tiendas de lujo, restaurantes de moda, gente guapa y música de todo tipo.
Lo que iba a ser una escala de 3 horas se convirtió en 24 horas y nunca me arrepentiré de haber tomado esa decisión, ¡fueron las 24 horas más divertidas que he pasado en una ciudad!
Recién levantada entre sábanas de algodón egipcio en uno de los mejores hoteles de Miami Beach, el hotel COMO Metropolitan Miami Beach, me dispuse a disfrutar de un apetitoso pero sano desayuno en la soleada terraza del hotel. Por el paseo veía pasar un sinfín de personas haciendo jogging: desde los más preocupados por su físico, con cuerpos esculturalmente moldeados, hasta matrimonios de la tercera edad excesivamente bronceados; el show estaba garantizado.
Con el estómago lleno, y como no podía ser de otra manera, estiré mi pareo en las doradas arenas de la playa de South Beach, no sin antes admirar el contraste entre las coloridas casetas de los socorristas y el azul turquesa del océano de fondo.
La playa es uno de aquellos lugares en los que es fácil conocer a gente e intercambiar opiniones, preguntar por los lugares más cool del momento y curiosear entre los bañistas.
Tras un revitalizante baño y con el tiempo pisándome los talones, inicié mi ruta por Collins Avenue, viendo un despliegue de coches de lujo, impresionantes hoteles de las mejores cadenas del mundo, turistas con aire relajado… Al final de la calle encontré lo que estaba buscando, Lincoln Road Mall, el centro comercial más famoso de Miami, con más de 400 tiendas y un mercadillo tradicional. ¡Una auténtica locura!
Miami abarca gran cantidad de centros comerciales, desde los más exclusivos y elegantes hasta outlets y mercadillos curiosos, ¡y es que Miami es un paraíso para los fashion victims y los compradores compulsivos!
De vuelta al hotel no podía faltar un baño en el jacuzzi de su Rooftop Terrace.
Con ganas de pasarlo bien me puse mis mejores galas para cenar en uno de los muchos restaurantes que ofrece South Beach; la oferta es infinita y las tendencias van cambiando, así que lo mejor es consultarnos para saber los restaurantes que están de moda en cada momento.
La fiesta y la música son sin duda algo distintivo de esta ciudad, la variedad es amplísima, pero yo creo que es la mezcla de cubanos, dominicanos, venezolanos, colombianos, etc. que la hacen tan característica. ¡La diversión está asegurada!
Como dice la canción y haciendo honor a uno de los amantes de esta ciudad, Enrique Iglesias: “Bailamos hasta las diez, hasta que duelan los pies…”.
Y es que Miami es una de esas ciudades donde siempre podrías volver a vivir esas 24 horas repetidamente y nunca verías, sentirías, comerías, comprarías, etc. en los mismos lugares. Es una ciudad con tan buenas vibraciones que cuesta desprenderse de ella.