Algunos piensan que Maldivas es un destino de sol y playa, de absoluto relax y sólo para aquellos que no quieran hacer más que disfrutar del slow life del paraíso. Pero se equivocan porque Maldivas, el Maldivas de ahora, va un paso más allá del romanticismo de los recién casados o los que buscan desconexión total.
Ahora hay muchísimas más opciones, ¡hay un Maldivas para todos!
En mi segunda visita al archipiélago tuve la oportunidad de conocer tres islas distintas y a su vez tres resorts completamente diferentes.
Mi primera parada fue en una isla del atolón que se encuentra en el extremo sur del país, es decir el más alejado de Male, la capital, y por ello el más remoto.
Las islas del sur suelen ser islas más grandes, con una exuberante vegetación, y donde pasear en bicicleta y perderse por sus junglas es de lo más emocionante. ¡Es como convertirse en un explorador!
Shangri-La Villingili cuenta con el campo de golf más grande de todo el país, lo que lo hace muy atractivo para aficionados a este deporte. Como dato curioso, allí también se encuentra el monte más alto de Maldivas, con 5,1 metros de altura.
La oferta es amplia y variada: actividades diarias, pista de tenis, pista de bádminton, campo de fútbol donde ocasionalmente juegan partidos los huéspedes contra el staff del hotel, etc.
La oferta de deportes acuáticos es extensa pero el snorkelling merece especial mención. El house reef de la isla es una auténtica maravilla; una extensa barrera de coral en la que, una vez te sumerges, el tiempo parece detenerse para brindarte un espectacular derroche de vida marina.
Salir en barco es una de las actividades que uno no se puede perder. Bien son conocidos los mares de Maldivas por ser uno de los lugares preferidos de las más adorables criaturas del océano: los delfines.
Verlos en libertad, jugando entre ellos, navegando a tu ritmo y escuchando su estremecedor sonido es una bonita experiencia.
La experiencia puede llegar a ser muy diferente en función del tamaño del barco y la comodidad de gente a bordo, así que lo ideal es dejarse asesorar por nuestro equipo de expertos, y es que en BRU&BRU somos verdaderos embajadores de Maldivas.
Seguimos con otro concepto de Maldivas, algo que está revolucionando el panorama hotelero. Se trata de Finolhu y su concepto de Beach Club Heaven, donde la música, la coctelería y el estilo chill juegan un papel importante. Sería como un concepto Ibiza llevado al auténtico paraíso.
Dj’s reconocidos, espectáculos nocturnos y refinada gastronomía es lo que está de moda, convirtiéndose así en otra versión de Maldivas. Es ideal para grupos de amigos, parejas con ganas de ambiente y gente a quien le guste un aspecto más social.
Y por último, no podía faltar el concepto por el cual Maldivas siempre ha sido conocida. Tuve el placer de disfrutar de los últimos días en uno de los hoteles más románticos que uno puede imaginar: Huvafen Fushi.
Se encuentra a tan sólo 35 minutos en lancha rápida de Male, lo que lo hace muy conveniente y cómodo. La isla es preciosa, pequeña, pero donde cada detalle cuenta.
Este hotel fue pionero en posicionarse como el hotel más lujoso del archipiélago, ya que fue el primero en ofrecer piscina en todas sus villas, así como mayordomo privado.
Las villas son una verdadera delicia. Aunque el hotel tiene ya algunos años, han sabido conservar su esencia adaptándose a los nuevos tiempos, lo que lo hace realmente acogedor.
La gastronomía es de altísima calidad, todos los restaurantes son a la carta y la mayor parte de materia prima es producto de proximidad.
Es un lugar íntimo, para aquellos que buscan el lujo de la exclusividad de una isla pequeña y un servicio excelente. Sin duda una de mis propiedades favoritas en Maldivas.
Un lugar para volverse a enamorar…