Escondido entre gigantes, Georgia simboliza la fuerza y la prosperidad de un país que luchó por permanecer junto ante grandes imperios como el ruso o el otomano, ¡y lo consiguió!
Su capital, Tbilisi, es una ciudad bohemia en la que magníficos edificios de distintos estilos, antiguos y modernos, se funden con el arte, la literatura y su agradable gente.
Merece la pena perderse por el casco antiguo de la ciudad, paseando entre antiguos edificios de principios del siglo XX, repletos de detalles tallados a mano en los balcones de cada uno y comprender el tradicional estilo de vida georgiano; recorrer la majestuosa avenida Rustaveli, que todavía emana aires soviéticos, y comprar antiguos objetos e increíbles pinturas en su mercadillo.
Georgia es famosa por su excelente vino, espectaculares paisajes y abundantes iglesias y monasterios. Desde Tbilisi es posible conocer distintas regiones del país y disfrutar de experiencias verdaderamente únicas.
Una de las más sorprendentes es sobrevolar el valle de Allazani en globo y disfrutar de las extensas vistas de viñedos y del Cáucaso.
O realizar un tour para adentrarse en una de sus miles de iglesias y monasterios, esparcidos entre sus diversos paisajes, como el remoto monasterio de David Gareja, y descubrir el desierto que lo rodea en una emocionante ruta en buggy en busca de iglesias talladas en la roca.
Destaca en especial el fuerte de Rabati, una fortaleza ubicada al sur de Georgia que combina arquitectura de distintas culturas, y la ciudad de Vardzia, una asombrosa ciudad del siglo XII excavada en la roca.
¡Simplemente espectacular!