Armado siempre de una cámara de fotos y un cuaderno, el apetito de Gonzalo por nuevas emociones es inagotable. Es un indagador y observador del mundo que no busca juzgar o sacar conclusiones pero sí respuestas.
Siguiendo su pasión por el viaje, Gonzalo comenzó una carrera en el Servicio Exterior mientras vivía en los Países Bajos. Luego inició un periplo por diferentes partes del mundo donde trabajó en posiciones corporativas, hasta finalmente embarcarse en una vida completamente nómada. Quizás lo puedas encontrar tomando raki en una taberna griega en Creta, o tal vez compartiendo una chicha en los Andes Peruanos, pero siempre explorando incansablemente.